A propósito de Dalila Virgolini (Mar del Plata, Argentina, 1984 – Vivo y trabajo en Madrid)
Comienzo los estudios artísticos en la escuela Martín Malharro de mi ciudad. Obtengo el título de Técnico Fotográfico y curso hasta el segundo año del profesorado en artes plásticas. Más tarde, me mudo junto con mi familia a España, y después de un período de crecimiento personal y aprendizaje autodidacta decido retomar los estudios en Efti, haciendo el Master Internacional de Fotografía, que finalizo en julio de 2011 siendo galardonada con el Premio Futuro “Al Betrayal”. Actualmente me encuentro cursando el primer año del Grado en Historia del Arte, considerándolo un modo muy interesante bajo mi punto de vista de conocer la historia de la humanidad y de alimentar mis procesos creativos.
Me planteo mi trabajo actual como un proyecto abierto, que crece paralelo a una actividad creativa cotidiana y se fundamenta en la experiencia vivencial.
Indago sobre la relaciones más íntimas, de pareja, de amistades, de familia. Esos micro-mundos que funcionan ajenos al resto y que en perspectiva se ven de un modo diferente a su funcionamiento real. Me interesa cómo nuestra propia personalidad se consolida en función de estas relaciones, y las distintas facetas de nosotros mismos en función de la compañía y la circunstancia.Me interesa particularmente la mediatización de la vida privada como una costumbre cada vez más arraigada. En esta dicotomía público/íntimo encontramos que las dos esferas se solapan, cambiando incluso de sentido, confundiéndose entre sí.La introspección parece haber quedado debilitada, dando lugar a una nueva forma de definirnos. La intimidad es importante como parte de lo que somos, pero hay que mostrarla para confirmar que existimos.
Utilizando mi persona como protagonista presento otro caso “real” de necesidad de audiencia. Del mismo modo, y en sentido irónico, relaciono este fenómeno con el culto a las celebridades y a la fama, y busco adelantarme a mi propio mito, escribiendo una autobiografía en imágenes. Juego con estereotipos, símbolos, el glamour/antiglamour, y el uso actual de la fotografía.
Me planteo mi trabajo actual como un proyecto abierto, que crece paralelo a una actividad creativa cotidiana y se fundamenta en la experiencia vivencial.
Indago sobre la relaciones más íntimas, de pareja, de amistades, de familia. Esos micro-mundos que funcionan ajenos al resto y que en perspectiva se ven de un modo diferente a su funcionamiento real. Me interesa cómo nuestra propia personalidad se consolida en función de estas relaciones, y las distintas facetas de nosotros mismos en función de la compañía y la circunstancia.Me interesa particularmente la mediatización de la vida privada como una costumbre cada vez más arraigada. En esta dicotomía público/íntimo encontramos que las dos esferas se solapan, cambiando incluso de sentido, confundiéndose entre sí.La introspección parece haber quedado debilitada, dando lugar a una nueva forma de definirnos. La intimidad es importante como parte de lo que somos, pero hay que mostrarla para confirmar que existimos.
Utilizando mi persona como protagonista presento otro caso “real” de necesidad de audiencia. Del mismo modo, y en sentido irónico, relaciono este fenómeno con el culto a las celebridades y a la fama, y busco adelantarme a mi propio mito, escribiendo una autobiografía en imágenes. Juego con estereotipos, símbolos, el glamour/antiglamour, y el uso actual de la fotografía.
"Mis tres colores de pelo#1", Dalila Virgolini
"Mis tres colores de pelo#2", Dalila Virgolini
"Mis tres colores de pelo#3", Dalila Virgolini
A propósito de Mis tres colores de pelo
Colecciono mis fotos de perfil de facebook; busco en este proceso de producción de imágenes y archivo de las mismas - una vez publicadas en la red -, reflexionar acerca de la identidad en este contexto de revolución tecnológica, donde la comunicación interpersonal ha encontrado un nuevo ámbito de desarrollo. Dentro del marco de Internet particularmente, incluso la relación de uno para con uno mismo se ha modificado.
Las redes sociales nos permiten crear un personaje, no necesariamente a imagen y semejanza nuestra, pero que se transmite abiertamente y en conjunto al telegrama tácito “quiero ser…”
Este tríptico resume los cambios en mi color de cabello durante los tres años que lleva en marcha el proyecto.
Las redes sociales nos permiten crear un personaje, no necesariamente a imagen y semejanza nuestra, pero que se transmite abiertamente y en conjunto al telegrama tácito “quiero ser…”
Este tríptico resume los cambios en mi color de cabello durante los tres años que lleva en marcha el proyecto.
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